Julio 2017.
A este taller vine a mejorar la conexión energética entre nosotros y aprender más del tantra, pero lo que descubrí no me lo podía ni imaginar. Katerina y yo levamos un año juntos, estamos en el máximo esplendor de nuestra relación y parece que siempre va a mejor, con una comunicación súper clara y sin ningún tipo de malentendidos.
Justo habíamos acabado de empezar el taller y los problemas ya empezaron a surgir, no tenía ni idea de donde surgían, nuestra comunicación es clara y no hay nada escondido entre nosotros. Sin embargo, parecía que algo se escapaba de mi consciencia y hacía que actuara ante ella como un niño pequeño. La grité solo porque se reía y no tuve la consideración de preguntarla por qué se reía, surgieron situaciones del pasado que yo había minimizado u obviado porque no creía importantes o creía que no me afectaban, surgieron muchos malentendidos porque simplemente no nos comunicabamos objetivamente que era lo que necesitábamos durante las sesiones, había cosas que decía o que hacía que me resultaban muy molestas y no he sido capaz hasta ahora de decirla como me hacían sentir… En definitiva, no me podía creer que nuestra comunicación sincera y profunda no era tan honesta como creía y no salía del corazón, sino de la mente.
En mi relación con ella, puedo visualizar muchas veces como una “nube negra” aparece sobre mi cabeza, que me densifica los pensamientos, no puedo pensar claro, la digo barbaridades, trato de echarla la culpa como si yo no tuviera nada que ver con ello… Todo por no dejarme sentir que es lo que ocurre en ese momento y ver qué palabra o hecho me DETONA y me convierte en una bomba de relojería.
Gracias a la gran habilidad terapéutica de Amerai, me ayudó a ver cuán herido está miniño interior y que, ante algo que Katerina comenta o hace, a mi me activa un trauma o unshock de la infancia anulado o escondido en el “trastero” de mi mente. Amerai me ayudó aidentificar esos momentos tan críticos en la relación y en vez de vomitar todo hacia mipareja, conecto con mi cuerpo, identifico la sensación que ese hecho ha producido en micuerpo y puedo contactar con la herida de mi niño interior.
Y yo pensaba, ¿y por qué tengo tanto resentimiento, tensión y dolor hacia el amor de mivida? Por eso mismo. Al ser el amor de mi vida, Katerina me permite ser el espejo de mialma, donde mis “mierdas” más oscuras son reflejadas y puedo “nadar” muy profundo enlos patrones mentales de mi inconsciente. Lo mejor de todo es que Katerina es la personacon la que tengo el mayor nivel de intimidad, y a más nivel de intimidad, más profundopuedo indagar en las heridas de mi pasado individual.Al acabar del taller, en lágrimas la pude expresar todo el amor que siento hacia ella y la dilas gracias por darme la oportunidad de ser la mejor compañera de camino que puedotener en este momento, porque me ayuda a ver mis heridas que no están cicatrizadas ytener la oportunidad de sanarlas desde el amor que siento hacia mi y que recibo de ella.
Para mi, el tantra es la herramienta más poderosa que he descubierto hasta la fecha. Con la gran cantidad de energía que se mueve, puedo detonarme como nunca antes me había detonado en ningún otro tipo de psicoterapia, puedo trabajarlo en caliente y me siento con el poder de cortar el flujo kármico que llevan arrastrando todas mis generaciones pasadas en el trato con la pareja. Nuestra relación de pareja está más fuerte y consolidada que nunca, y nos hemos llevado unas herramientas poderosísimas que nos ayudarán a sostener situaciones dolorosas del futuro, simplemente mirando hacia dentro.
A parte del trabajo energético que se hace con la pareja a través de la lentitud y el sentir, yo os recomiendo encarecidamente que vayáis para vuestro propio crecimiento personal individual, porque no se puede indagar tan profundo en vuestro ser si no es con la pareja.

Terapeuta, facilitadora y formadora con experiencia establecida en Tantra, Neotantra y Sexualidad Consciente. Te acompaño a que conectes con tu auténtica esencia y te guío en un viaje mágico y sanador a lo más profundo del ser.
Te ofrezco mi guía por un camino ya vivido, por una senda que conozco y en la que te doy la mano.