Hoja camino otoño Tantra Esencia de Vida

OTOÑO: Momento de depuración y meditación

Octubre 2016.

Cada año por estas fechas los árboles de hoja caduca pierden su follaje. La luz se reduce, el suelo se enfría, las raíces pierden capacidad de absorción y mantener las hojas bellas y radiantes cuesta al árbol más de lo que estas le aportan. Retirado el suministro de savia y clorofila, el árbol abandona a la hoja a su suerte, hasta que el viento o la lluvia se la arrancan.

Como escribió Saint-Exupéry en El Principito, “él se enamoró de sus flores y no de sus raíces y en otoño no supo qué hacer”. Esto nos recuerda que cuando el mundo se apaga, cuando hojas y flores desaparecen, cuando el día se acorta y los grises y los marrones se apoderan del paisaje, la belleza se guarda en el interior y desde allí sigue trabajando, respirando, bombeando la vida en silencio, esperando el próximo florecimiento externo.

Las personas, como parte del mundo y del paisaje, como piezas del engranaje de la vida no exentas del paso de las estaciones, experimentamos en esta época cambios físicos y emocionales que no siempre nos parecen positivos. Sin embargo, con conciencia, podemos usar las nuevas sensaciones como trampolín para una nueva búsqueda.

Aunque parezca contradictorio, este es el mejor momento para salir al aire libre y buscar la luz del sol; es ahora cuando la luz es más necesaria para nuestro cerebro, que sin ella produce menos serotonina, reguladora de nuestro estado de ánimo, nuestro sueño o nuestra conducta alimenticia. Debemos además aprovechar las horas de oscuridad para dormir más y mejor y para aquellas actividades más introspectivas, de recogimiento, como leer un buen libro, escuchar música o cantar mantras.

Aprovechemos la quietud del otoño para acompañar procesos madurativos o creativos, un estado de calma ponderada y una dulce despedida de lo viejo y lo caduco. Es buen momento para cambios y desprendimientos, para dejar enfriar.

La medicina tradicional china vincula el otoño al metal, símbolo de búsqueda espiritual, de melancolía y de eliminación de deshechos. En el cuerpo, esta desintoxicación se plasma en intestino, pulmones y piel; el primero se deshace de lo que nutre, los segundos expulsan el dióxido de carbono una vez han depurado la sangre y la tercera elimina toxinas.

Es pues el mejor momento para cuidarlos, para entrenarnos en una lenta y larga respiración, y para realizar dieta depurativas y limpiezas de colon.

¡Feliz otoño!

Amerai Carrera

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