Tras varios años acompañando a personas a experimentar la sexualidad de forma diferente sigo confirmando la necesidad de trabajar en la “no intención”. Percibo el foco que hay todavía en el campo de las relaciones, especialmente en la intimidad, de perseguir un objetivo, un orgasmo, un complacer, un final. Continuamos con los condicionamientos adquiridos: “preliminares”, acción-reacción, descarga… Patrones establecidos que dificultan compartir más allá del nivel puramente físico. Claro que podemos compartir más, una cotidianidad, la convivencia bajo el mismo techo, hijos, planes, facturas, sueños, carencias, ilusiones, y un cúmulo de experiencias…. Pero no me refiero a eso, ya que ello sigue reflejando una conexión físico-mental.
Nunca he dejado de buscar aquello que va más acorde a mi momento presente, más allá del placer, de mi propia necesidad de amor… trascendiendo a cada paso y sin conformarme.
Agradecida de haber experimentado el potencial de la sexualidad sagrada, que nutre mi movimiento energético interior y me conecta con algo más grande que mi pequeño “yo”. Una sexualidad centrada en el estar y en el sentir, no tiene nada que ver con el hacer. Considero que, para construir lazos afectivos saludables, es necesario aprender a gozar de la sexualidad compartida, donde el respeto, la admiración, el amor y la compasión están por encima de la necesidad individual de satisfacción inmediata o del culto al cuerpo.
La capacidad de conectarnos empieza por uno mismo. Así, debemos respetar nuestros tiempos, velocidad, ritmos…aunque a veces no vayan alineados a los de la la otra persona. Así, podemos expresar, a través del movimiento, la mirada, la respiración y el sonido nuestra propia sexualidad,sin tener que demostrar nada.Esto implica renunciar a la tendencia aprendida de relacionarnos desde la competitividad, el juicio, las exigencias y las expectativas de cómo son o deberían ser las cosas.
Si no, corremos el riesgo de desconectarnos de nuestro propio impulso vital.
¿Vives la sexualidad como te la han enseñado? ¿O intentas ir más allá de lo que te han dicho que eres y cómo debes relacionarte?
La queja nos lleva a un estado de pobreza y escasez, el agradecimiento nos acerca a la abundancia y a la libertad. Solo tú eres responsable de lo que vives y solo tú puedes cambiar tu forma de vivir y relacionarte en el mundo….
Todo es más simple de lo que parece. Y cada experiencia es un capítulo más de tu propio teatrillo.
Empieza este año dándote la oportunidad de ser como tú quieres ser y compartiendo desde lo que tú consideras lo que es importante en la vida. Libérate de lo que no necesitas y/o no te sirve…¡Tienes toda una vida aún por delante! Pero cuidado, ya que es un abrir y cerrar de ojos….¡Feliz 2020!
Amerai Carrera

Terapeuta, facilitadora y formadora con experiencia establecida en Tantra, Neotantra y Sexualidad Consciente. Te acompaño a que conectes con tu auténtica esencia y te guío en un viaje mágico y sanador a lo más profundo del ser.
Te ofrezco mi guía por un camino ya vivido, por una senda que conozco y en la que te doy la mano.