La energía debe fluir en libertad porque es creativa y sanadora

Noviembre 2016.

Descubrí la plenitud de la sanación sexual en carne propia de la mano de Charles Muir, de Source School of Tantra (California). Él y su mujer, Caroline, son los fundadores de un sistema de desbloqueo y liberación que funde la filosofía tántrica tradicional con técnicas y conceptos propios de nuestro tiempo. Tal como descubrí, esto puede llevarnos tanto a la sanación individual como a una elevación de la relación de pareja hasta el grado de arte.

La energía sexual debe fluir en libertad porque es creativa, transformadora y sanadora. Cuando desaparecen la alineación y la apertura de nuestros centros energéticos, cuando aparece un desequilibrio entre mente, consciencia y cuerpo, este último busca una protección que puede derivar en un continuo estado físico de contracción. Entorno, creencias y herencia pueden someter al cuerpo sin que nos percatemos. Con la sanación sexual aprendemos a soltar; descondicionamos, desprogramamos y liberamos cuerpo y mente para instalar en nosotros confianza, amor, deseo, energía vital, dicha… y descubrir así una nueva identidad.

Me satisface plenamente poder hoy acompañar a otros en su sanación, reforzando su poder personal, asistiéndoles en su conexión con la alegría de vivir y despertando su energía kundalini.

Esto me parece algo liberador para cualquier persona en cualquier momento y resulta además de gran ayuda en casos de impotencia, anorgasmia, eyaculación precoz, falta de sensibilidad, bloqueos derivados del abuso, y problemas de próstata.

Durante un masaje completo del cuerpo físico, emocional y energético, atravesamos las capas de tu consciente e inconsciente para poner la sexualidad al servicio de tu transformación; el cuerpo se relaja, se dilata, se despierta y expande su fuerza vital para poder al fin abandonarse. Acogemos entonces cualquier emoción o sentimiento, validando e integrando: solo cuando la energía sexual se fusiona con el corazón, se abre la puerta que te permite recordar quién eres y cómo hacer el amor desde la libertad.

Y en ese momento, en el que tiempo y espacio desaparecen, solo hay que ser. Solo hay que estar allí donde lo más importante eres tú, aprendiendo a amarte, a escucharte, a sentirte, a aceptarte y a respetarte desde el presente, sin dar nada a cambio, sin justificarte ni demostrar nada, simplemente abriéndote a recibir y a experimentar todo cuanto mereces: amor, presencia, paz, felicidad y gozo.

Amerai Carrera

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