TRANSFORMAR MI “YO”, OPORTUNIDAD DE VIDA

Cuando somos pequeños recibimos un montón de información del mundo externo que nos rodea. A medida que vamos creciendo, vamos construyendo ideas, conceptos y creando un sueño que es la vida.

El mayor deseo y anhelo de este niñ@ es sentir que pertenece y forma parte de este mundo en el cual ha nacido, quiere creer que el mundo es amoroso y sensible a sus necesidades y suele mirar a papá – mamá y las figuras de autoridad cercanas, sin discernir, si la relación con los mismos es saludable y/o tóxica. Es vulnerable, indefenso y fácilmente influenciable por los adultos. Todo niñ@ quiere sentirse visto, amado, escuchado, y reconocido, y a menudo en nombre del amor y por fidelización al sistema familiar, acabamos firmando un montón de acuerdos y pactos invisibles como consecuencia del miedo a sentirnos rechazados, menospreciados, abandonados y/o solos.

Esta información en forma de ideas, creencias, conceptos y opiniones que vamos continuamente recibiendo del mundo externo queda almacenada en el neo córtex, y casi sin darnos cuenta, de forma automática solemos repetirla y hacer de ella, nuestras verdades y modus vivendi, de una manera prácticamente inconsciente, a través del pensamiento vamos creando nuestra propia realidad: “esto es lo que soy. Esto es lo que creo. Así es como me comporto. Soy capaz de hacer ciertas cosas e incapaz de hacer estas otras. Así es como siento. Así es como me comunico. Esto es real y lo otro es fantasía. Esto es posible y aquello imposible. “

A medida que vamos creciendo, vamos almacenando en nuestra cabeza (como un ordenador del subconsciente), una serie de archivos intelectuales, a menudo muy abstractos y complejos de como este “yo” debería ser, pensar, elegir, comportarse, sentir, hacer, decir  y presentarse  y relacionarse en la sociedad para ser amado, aceptado y exitoso como hombre, mujer, esposa, padre, en el amor, en el trabajo, con la familia, con el poder, con el sexo, amorosamente, emocionalmente, físicamente, profesionalmente, económicamente, etc. Y vamos haciéndonos un mapa interno (imagen y personalidad) que encaje con el exterior.

Aunque, sin olvidar de donde venimos, vivimos en una sociedad donde la culpa, la vergüenza, el perfeccionismo, el castigo, el bien, el mal, el que dirán, el miedo y la comparación están muy instaurados, es fácil caer en estos “hechizos” donde continuamente el ser humano se siente defectuoso, incompleto, erróneo y acaba viviendo una vida que para nada le hace sentirse feliz, completo y libre.

La mayoría de seres humanos se sienten divididos y no es nada fácil que nuestro comportamiento esté alineado con nuestro propósito de vida; Cada pensamiento, nos conduce a una manera de elegir, cada elección nos crea un patrón de comportamiento, la repetición continuada del pensamiento y de la misma elección, nos lleva a los mismos comportamientos, y a su vez, estos, nos hacen crear las mismas experiencias, y estas nos provocan las mismas emociones, las cuales nos hacen regresar al pensamiento original. Los seres humanos aprendemos por repetición, y llega un momento que el cuerpo sabe más que la mente, hacemos un sinfín de cosas sin pensarlas y la mayoría de las personas tampoco son conscientes del flujo continuo de su propio pensamiento (entre 60.000 y 70.000 al día). Por eso lo más difícil de cambiar son los hábitos, puesto que es un conjunto redundante de pensamientos, conductas y emociones, automáticas e inconscientes, que se adquiere a través de la repetición frecuente y en la que se aposenta este “yo” del pasado.

Pretender que los demás nos acepten y nos amen cuando resulta imposible aceptarnos y amarnos a nosotros mismos es una batalla perdida, un camino de sufrimiento y auto maltrato.

Si quieres vivir la vida con alegría, satisfacción y libertad, deberás:

1.- Revisar y transformar las ideas y opiniones que tienes sobre ti y de como quieres vivir tu vida.

2.-Cortar los lazos y los acuerdos que has hecho contigo mismo, que te anclan a un pasado, muchas veces, involutivo en cuanto a consciencia, responsabilidad y madurez.

3.- Desechar tu imagen de perfección y ser más amoroso, flexible y compasivo contigo mismo.

4.- Aprender a poner límites a aquellas personas, que se creen con el derecho de decir quien eres, como eres, piensas, sientes y/o actúas sin que tu les des el permiso.

5.- Aprender a vivir más desde el momento presente, como un todo.

6.-Desarrollar la capacidad de crear y amar tu masculino y femenino interno y equilibrarlos.

7.- Cambiar tu conexión y realidad interna.

8.- Auto – responsabilizarte, y dejar de culpar o quejarte.

9.- Perdonar y agradecer.

10.- Aprender a Meditar y a desidentificarte con tu mente, cuerpo y emoción.

11.- Encontrar el “tiempo” para tu crecimiento interior y atravesar las resistencias que aparecerán.

12.- Aumentar tu nivel energético.

Amerai Carrera

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